martes, 2 de octubre de 2018

Fenol, su química y los pies

Fenol

El fenol o ácido carbónico es el antiséptico más antiguo que se conoce. Se usa desde 1867. De hecho uno de los parámetros para saber la efectividad de otros germicidas, se le conoce como coeficiente fenólico. Nos mide la actividad bactericida (mata bacterias) del antiséptico comparada con la del fenol. El fenol U.S.P (United States Pharmacopeia) ó FEUM (Farmacopea de los Estados Unidos Mexicanos) se presenta en cristales incoloros (sin color), de olor característico.

Características y propiedades del fenol


El fenol es tóxico para todo tipo de células y es capaz de penetrar los tejidos. En concentraciones adecuadas puede ser bactericida (mata bacterias) y fungicida (mata los hongos). Si se aplica directamente sobre la piel, se forma una película blanca de proteína precipitada; que se vuelve roja y finalmente se desprende, dejando la superficie teñida de pardo claro. Si el fenol permanece en contacto con  la piel, éste puede penetrar en los tejidos y puede producir extensa gangrena.

Para matar bacterias comunes con fenol se requieren concentraciones superiores al 1% en solución; pero las esporas y virus son mas resistentes. Es fungicida al menos con 1.5% en solución. Con el frío y a un pH alcalino (mayor de 7) baja su efectividad bactericida.

A concentraciones de 5% en solución, tiene una acción anestésica local. Primero produce una sensación de calor y hormigueo, al cabo de un rato anestesia local bastante completa. Pero si entra en contacto con tejidos al descubierto o con mucosas, los irrita fuertemente y puede causar necrosis en los tejidos.

Si el fenol se aplicó sobre la piel o sobre una mucosa, lávalo con alcohol al 50% o bien con aceite de ricino; ambos componentes lo disuelven fácilmente.

Usos

Raramente está justificado el uso del fenol como antiséptico. Se emplean algunas gotas de fenol líquido puro para cauterizar heridas pequeñas, mordeduras, etc. Para la superficie del cuerpo NO deben emplearse soluciones acuosas mayores al 2%. Se usa en conjunto con alcohol etílico para procedimientos dermatológicos y de podología.

El fenol y la podología

En el caso particular del uso podológico, en la matricectomía de la uña; el mayor riesgo está en la exposición de la piel al Fenol, con la que ocurre la desnaturalización (precipitación) de las proteínas de la piel, dejando la zona necrosada. Como consecuencia de esto se ocasionan daños titulares y gangrena fenólica, pues precisamente el detalle del éxito de la técnica radica en uso de la cantidad adecuada de fenol y el tiempo que se aplicará en la zona.

Recomendaciones para el manejo del fenol 

Debido a su toxicidad es importante tener un buen protocolo para el manejo de este tipo de sustancias, por ejemplo:
  • Utiliza guantes para manipularlo, de Nitrilo, Neopreno o Vinilo (tienen mayor resistencia química); un guante de Latex no está recomendado para manejar este tipo de sustancias.
  • Después de preparada la disolución, debe etiquetarse adecuadamente (fecha de elaboración, caducidad, responsable, etc.) y no debe guardarse por más de un año.
  • Debe conservarse en recipientes de color ámbar, para evitar el contacto con la luz.
  • Se debe disponer en el mismo lugar de almacenamiento, alcohol y aceite vegetal. En el caso de incidentes estos compuestos diluyen el fenol fácilmente.
  • No verterlo al alcantarillado público. Es una sustancia sumamente toxica; debe ser manejado adecuadamente.
  • No mezclar con oxidantes fuertes con los que reacciona provocando incendios y explosiones.
  • Mantener en lugar fresco, seco, cerrado y ventilado, no exponerlo a alguna fuente de calor ya que puede explotar por calentamiento a temperaturas superiores a 78°C (Es su punto de ignición).

Bibilografía

  1. Goodman y Gilman. Bases Farmacológicas de la Terapuetica II. 
  2. Santana Avila y Fernández Costales. Fenol y la Podología http://www.ilustrados.com/tema/7279/Fenol-Podologia.html

Autor
IQ José Luis Gallo Pérez
Laboratorios Oochel, S.A. de C.V.

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